El 6 de abril, fecha en que se celebra el Día Mundial de la Actividad Física, es una buena ocasión para tomar conciencia de que el sedentarismo repercute de manera negativa en la salud, tanto en los niños como en los adultos.
En la actualidad, la falta de actividad física alcanza al 50% de la población global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de cada cuatro adultos y más del 80% de los adolescentes no practican el nivel de deporte recomendado.
Además, según la OMS, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de la mortalidad en el mundo (representa el 6% de las muertes registradas). Asimismo, el sedentarismo es considerado la causa principal de entre un 21% y 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y alrededor del 30% de las cardiopatías isquémicas.
En la Argentina, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del año 2013 reveló que casi el 55% de los argentinos no realiza el mínimo de actividad física recomendada.
Los niños y los adolescentes son los más afectados: en estas edades, el sedentarismo llega al 60%. Esto conlleva un mayor riesgo de desarrollar enfermedades a edades tempranas e incluso aumenta de manera considerable la tasa de obesidad infantil. Este año se pulicarán los datos actualizados sobre la situación local.