El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, anunció hoy el establecimiento del estado de emergencia en el país, después de los atentados suicidas contra dos iglesias en los que murieron al menos 45 personas y más de 100 resultaron heridas.
En un discurso retransmitido en directo por la televisión estatal, Al Sisi detalló que el estado de excepción se extenderá por un periodo de tres meses.
Previamente, el presidente declaró tres días de duelo nacional, decretó que las Fuerzas Armadas ayuden a la Policía a garantizar la seguridad de las "instalaciones y los edificios vitales para el país", y difundió un comunicado en el que expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y consideró que los atentados fueron un "ultrajante acto terrorista que tuvo como objetivo tanto a los coptos como a los musulmanes".
Además, prometió que los ataques "no disminuirán la resolución y la voluntad del pueblo egipcio para hacer frente a las fuerzas del mal", sino que, por lo contrario, "reforzarán su determinación para seguir adelante en su camino para conseguir la seguridad, la estabilidad y el desarrollo", en el país.
En tanto, el Estado Islámico (EI) se atribuyó ambos atentados.