Después de Marie Kondo: 5 metas posibles para acumuladores

El furor desatado por la serie de la "organizadora profesional" Marie Kondo no deja de crecer, y surgen cada vez más formas de adaptar sus consejos para lograr diferentes objetivos.

Después de Marie Kondo: 5 metas posibles para acumuladores
Marie Kondo (Clarín)

La serie de Netflix "¡A ordenar con Marie Kondo!" causó revuelo: mucho más del que se podía esperar de lo que parecía una mezcla entre un extreme makeover de viviendas y una serie de consejos orientales para vivir de un modo más minimalista. Es que el método de Kondo no se basa solamente en el orden exterior, sino también en la transformación personal. Parece ser que por eso no deja a nadie indiferente.

Por otra parte, la serie dejó en evidencia a muchos desordenados crónicos o acumuladores que tal vez no veían eso como un problema, hasta que ellos mismos o sus seres queridos lo comenzaron a señalar.  ¿Qué se puede hacer en esos casos? Estos son algunos consejos de expertos que se basan en una filosofía muy similar a la de Kondo.

La diosa japonesa del orden
La diosa japonesa del orden

1. Preguntarse qué queremos guardar

La primera regla para ordenar es descongestionar espacios de guardado y hacer lugar. Para eso, hay un truco sencillo: si algo no fue usado en los últimos años, es porque no lo necesitamos. La aspiración por amortizar no entra en juego. Se sugiere tomar dos bolsas y colocar en una lo que va a la basura, y en otro lo que se puede donar o regalar. Sólo lo que se usa o algunos recuerdos muy valiosos ("que dan felicidad al tocarlos") deben guardarse.

2. Asignarle un lugar a cada cosa

Después de vaciar, viene el momento del orden propiamente dicho. Lo bueno de esta etapa, es que la recompensa es una sensación de satisfacción inmediata. Otro truco es pensar, sobre cada objeto: ¿dónde lo uso?, y guardarlo allí.

3. Jamás dejar la tarea por la mitad

Ordenar una casa es una tarea que debe empezarse y terminarse. Si se deja a la mitad, surge una frustración que termina con que no se quiera ordenar nunca más. Si no se tiene tiempo para ordenar de una vez la casa completa, se puede hacer un plan: por ejemplo, asignar al orden un día a la semana, y cada vez enfocarse en una habitación.

4. El después: pensar antes de comprar

El paso siguiente al orden, es no volver a desordenar. Llegada esa etapa, ya se habrá comprendido algo: el problema no es tanto el desorden, sino la cantidad de objetos que tenemos. Por eso, pensar antes de comprar es clave para "no reincidir".

5. No tener una silla en la habitación

Parece una tontería, pero... ¿quién se sienta en una silla en habitaciones donde hay una cama? Nadie lo hace. En cambio, se convierte en el lugar propicio para dejar cosas (sobre todo ropa) tiradas, y procrastinar el orden hasta que sea demasiado tarde.

Algunos de estos consejos son de la especialista Brenda Haines, quien se dedica a la organización de viviendas y locales, y fue consultada por el diario Clarín.