Pablo García Borboroglu es el biólogo argentino con mayor reconocimiento en la comunidad internacional, por su dedicación a la protección de pingüinos. Su lugar de trabajo está en la provincia de Chubut, donde siempre se muestra rodeado de esas aves, y desde donde comparte imágenes de su día a día a través de las redes sociales. Para el investigador del Conicet, el año pasado fue muy especial: después de una larga trayectoria y trabajo realizado, fue galardonado por instituciones como el Whitley Gold Award y la revista National Geographic.
Según cuenta Clarín, Borboroglu no se dedicó siempre a la biología y su primera profesión fue el derecho. Pero su fascinación por los pingüinos, lo llevó a dedicarse de lleno a su protección y preservación. Así como relata a ese mismo medio, todo comenzó mientras ayudaba a su tío en su agencia de viajes en Trelew. Él, como sabía varios idiomas, aprovechaba para trabajar como guía en las excursiones. Y en una de ellas, se encontró con una situación que le cambió la vida: detectó pingüinos empetrolados, que ayudó a lavar de inmediato.
En los años 80, época en que morían 40 mil ejemplares por año, Borboroglu, tomó una decisión radical y cambió el rumbo de su carrera. "Cuando liberás un pingüino, te das cuenta de que con una pequeña acción podés cambiar las cosas. Ahí tomé conciencia de que podés tener un impacto en la conservación. Y me puse a estudiar para adquirir herramientas", dice al mismo medio.
Además, su lucha lo llevó a fundar y convertirse en presidente de la organización Global Penguin Society (GPS), que tiene tres objetivos: hacer ciencia, preservar la especie y educar. Se trata de una red que está presente en 19 países. "GPS nació para potenciar a los investigadores y a la gente que trabajaba en conservación y hacer un frente común. Unificar experiencias que se puedan compartir y hacer cosas que necesitan la suma de las partes. Había problemas que escapaban a la jurisdicción nacional: pesqueras ilegales, petróleo, tráfico", cuenta el experto.
A partir de su trabajo e investigación constante, a lo largo de 2018, Borboroglu, recibió distintos premios, entre ellos, el Whitley Gold Award, considerado como el Oscar Verde, entregado por la mismísima princesa Ana, en Londres. Y además, la prestigiosa publicación, National Geographic, lo reconoció con su distinción al liderazgo en conservación, en Washington.