En la lista de confirmados de entre las 60 delegaciones esperadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para la investidura también figuran 3 vicepresidentes, 11 ministros de Relaciones Exteriores, 16 enviados especiales y 3 directores de organismos multilaterales, según la estatal Agencia Brasil.
Entre los jefes de Estado de países latinoamericanos confirmados figuran los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Colombia, Iván Duque; Chile, Sebastián Piñera; Honduras, Juan Orlando Hernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Perú, Martín Vizcarra, y Uruguay, Tabaré Vázquez.
Pese a que Mauricio Macri, figura en algunas listas de mandatarios esperados, su presencia aún no ha sido confirmada, pero ya anunció una visita oficial a Brasil el 16 de enero próximo para reunirse con Bolsonaro.
Argentina, sin embargo, ya confirmó la presencia en Brasilia el próximo 1 de enero de su canciller, Jorge Fauri.
Otro jefe de Estado confirmado para la investidura en Brasil es el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien desembarcó en Río de Janeiro el 28 para una primera reunión con Bolsonaro antes de su investidura.
Igualmente asistirán el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; el primer ministro de Marruecos, Saadedine Othmani, y el presidente de Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca.
Quien representa a Estados Unidos será su secretario de Estado, Mike Pompeo, y el de China el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular, Ji Bingxuan.
Durante su viaje en Brasil, entre el 31 y el 2 de enero, Pompeo encabezará la delegación de EE.UU. en la ceremonia de investidura de Jair Bolsonaro como presidente del país, confirmó uno de los portavoces de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino, en un comunicado.
Pompeo mantendrá, además, un encuentro con Bolsonaro y el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, a quienes reafirmará la "fuerte colaboración entre EE.UU. y Brasil en la promoción de la prosperidad, la seguridad, la educación y la democracia", añadió Palladino.
En esa cita, Pompeo ratificará el apoyo de EE.UU. a los "objetivos" que comparten ambos países, entre ellos la lucha contra el narcotráfico, la aplicación del acuerdo de paz, el comercio y la respuesta a la crisis regional que Washington atribuye a las "políticas desastrosas del régimen" de Nicolás Maduro en Venezuela.
La delegación española estará encabezada por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y por el viceministro de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, mientras que el jefe de la delegación de Italia será su ministro de Agricultura.
Los grandes ausentes serán los presidentes de Venezuela y Cuba, que llegaron a ser invitados a la investidura por la Cancillería brasileña antes de que el equipo de Bolsonaro vetara sus presencias.
El líder ultraderechista, que considera a los líderes de ambos países como "dictadores", ganó las elecciones presidenciales de octubre pasado en segunda vuelta al progresista Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y que gobernó Brasil por 13 años.
El exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín solicitó al mandatario electo de Brasil, Jair Bolsonaro, que no invite a su investidura al presidente de Bolivia, Evo Morales, por ser un "dictador" y liderar "un régimen de crimen organizado". El hoy director ejecutivo del Instituto Interamericano para la Democracia, con sede en Miami, enumera en su carta una lista de hechos por los que cree que Bolsonaro debería "revisar y revocar" la invitación a Morales.
Violaciones de los derechos humanos, falta de división e independencia de poderes, inexistencia de estado de derecho e institucionalización de la "persecución política judicializada", son algunas de las acusaciones de Sánchez Berzaín a Morales.
Debajo de la firma aparece: "Exiliados bolivianos que han conocido el texto de esta carta se encuentran impedidos de firmarla por las restricciones que su condición de refugiados les impone en países de América Latina como Brasil, Perú y Paraguay".
Por su parte, el Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente preso Luiz Inacio Lula da Silva, anunció que no tomará parte de la ceremonia de toma de posesión presidencial de Jair Bolsonaro en el Palacio Legislativo como forma de repudio de supuestas irregularidades en el proceso electoral de octubre.