Anoche se difundió el escrito firmado por los presidentes de River, Boca y la Conmebol en el que se decide la postergación del partido final de la Copa Libertadores para esta tarde.
Es impactante la forma en que se minimizan los hechos de violencia que durante más de tres horas tuvieron en vilo a millones de argentinos que lo siguieron por televisión.
El papel firmado habla de "una piedra" que impactó al micro que llevaba al equipo de Boca. Todos los que estábamos pegados a la televisión vimos que no fue una piedra: fue una emboscada de la barra de River que arrojó muchas piedras, rompió varios vidrios del micro e hirió a algunos jugadores.
Nada de eso se explicita en el texto. Esa carta de intención pacificadora solo pone en evidencia a Daniel Angelici y a Rodolfo D'Onofrio porque el único "pacto de caballeros" es priorizar el negocio, cueste lo que cueste.
Hace tiempo que el deporte salió de la primera plana, ahora también el espectáculo y -por supuesto- también la seguridad de los asistentes y el entorno.
Quizá una carta redactada con más atención habría disimulado más la verdad de fondo. Pero mejor así, está más claro: CHAU FÚTBOL.