Nuevamente Franco Armani salvó el arco de River y le aguó los festejos a los hinchas de Boca. Se terminaba el partido de ida por la final de la Copa Libertadores y el arquero resolvió heroicamente para atajar el gol a Benedetto.
La serie sigue abierta, pero los dirigidos por Barros Schelotto se quedaron con un sabor agridulce porque estuvieron arriba en el marcador en dos oportunidades pero no lo pudieron cerrar y en la última jugada Armani le impide el grito sagrado.
Tévez encaró por le campo de River dejando rivales en el camino, cuando todos pensaban que iba por la jugada personal, metió un pase exacto sobre la derecha para que Benedetto quede cara a cara con el arco para darla la victoria a los locales.
Pero volvió a aparecer la figura de Armani y tapó el derechazo del delantero para ahogar el grito en la Bombonera. Alegría y descontrol en Nuñez, en La Boca todos se lamentarán esta jugada hasta el 24 de noviembre, cuando se juegue el partido de vuelta.