La Bombonera abrió sus puertas a las 13.22 y con el ingreso de los primeros hinchas se inició la cuenta regresiva para la gran final de ida que Boca Juniors y River Plate disputarán desde las 17 por la Copa Libertadores de América.
Los fanáticos de Boca que permanecían en las adyacencias del estadio eran menos de los esperados debido a la incesante lluvia caída en la Ciudad de Buenos Aires, que hizo retrasar la llegada de muchos de ellos a la espera de la confirmación del partido.
Un grupo de veedores de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) recorrió el campo de juego pasadas las 10 y comprobó que en algunos sectores había mucha agua acumulada.
Pero tanto el intendente de La Bombonera, Fernando Jáuregui, como el director de Competiciones de la Conmebol, el brasileño Fred Nantes, aprobaron el sistema de drenado de la cancha y confiaron en que la final podrá disputarse sin inconvenientes.
De todos modos, está prevista una nueva recorrida de la cancha por los mismos emisarios y también una inspección del árbitro, el chileno Roberto Tobar, para ratificar el partido.
El operativo de seguridad para el partido se activó a los 8.30 en los alrededores del estadio y también en diversos puntos de la ciudad.
Para llegar a La Bombonera, los hinchas deben sortear tres anillos policiales. El primero está destinado a detectar la presencia de "trapitos", una actividad tipificada como contravención.
Los hinchas deben concurrir a la cancha con DNI, informó el Comité de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.