Bolsonaro participó en culto evangélico en su primer acto público tras los comicios

En el evento, afirmó tener "certeza" de que "no es el más capacitado", pero que "Dios capacita a los escogidos".

Bolsonaro participó en culto evangélico en su primer acto público tras los comicios
Bolsonaro participa en culto evangélico en primer acto público tras comicios

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, participó este miércoles en un culto evangélico en Río de Janeiro en su primer acto público desde las elecciones del domingo, en el cual afirmó tener "certeza" de que "no es el más capacitado", pero que "Dios capacita a los escogidos".

"Quiero agradecer también a Dios por esta misión, porque Brasil está en una situación un tanto complicada, con crisis ética, moral y económica. Tengo certeza de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los escogidos", dijo el ultraderechista en la sede de la iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo.

El gobernante electo se emocionó durante su discurso, que pronunció al lado de Silas Malafaia, uno de los más influyentes y conservadores pastores del país, y ante decenas de feligreses, a los que pidió que oren por él para que tenga éxito con el Gobierno que asumirá el próximo 1 de enero.

También agradeció a "este pueblo de Dios" por "la confianza depositada" en su figura y se presentó como "una persona comprometida con los valores de la familia cristiana".

Reacciones de los líderes latinoamericanos a la elección de Jair Bolsonaro en Brasil - AFP / AFP / GUSTAVO IZUS
Reacciones de los líderes latinoamericanos a la elección de Jair Bolsonaro en Brasil - AFP / AFP / GUSTAVO IZUS

Bolsonaro ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo con un 55 % de los votos, frente al 44 % que obtuvo el progresista Fernando Haddad, heredero político del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

El ultraderechista, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), consiguió ganarse durante la campaña el apoyo de los electores evangélicos, que han crecido en Brasil de manera exponencial en los últimos años.