Tras el revuelo que se generó por decir que "nunca es bueno para un país que un expresidente esté detenido", el ministro de Justicia Germán Garavano admitió que "la frase pudo haber sido desafortunada".
"Nunca he hablado de ningún caso concreto (...). La frase pudo haber sido desafortunada, o lo que ustedes consideren, pero la considero en abstracto, no sobre un hecho concreto de si son o no culpables, no me corresponde a mí, son los jueces los que deciden eso", aclaró Garavano en diálogo con A24.
"La Justicia tiene un desafío y en esto se ha avanzado mucho: que estos casos lleguen a juicio oral y se dicte una sentencia. Ese es el ideal al que debemos aspirar", sostuvo. Y agregó: "Es importante que haya más casos que lleguen a juicio oral que prisiones preventivas".
Más temprano, Elisa Carrió, desde las redes, había sostenido: "Estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Puede estar emparentado también con la impunidad de Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así es pasible de juicio político".
Al respecto, Garavano respondió: "Yo soy un ministro técnico, todas estas cuestiones políticas que vos analizás (en relación al periodista Eduardo Feinmann que lo entrevistaba), lo que plantea Carrió va a en esa órbita política; y yo soy un inexperto en la política si se quiere, no provengo de ahí, no seguiré haciendo política luego de mi gestión".