La exProcuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó quedó cerca del juicio oral y público ya que la Cámara Federal confirmó su procesamiento por la compra de un edificio de la Procuración General de la Nación, aunque impuso modificaciones a la acusación.
Según el fallo de los camaristas Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, no hubo perjuicio contra el Estado aunque sí direccionamiento de la licitación para beneficiar a un hermano del exsubdirector de Administración del organismo, Guillermo Bellingi.
Se trata de la compra de un edificio en la calle Perón al 600, para que funcionen las oficinas de la Procuración. Por el inmueble se pagaron cerca de 44 millones de pesos y se abonaron comisiones que rondaron los 10,7 millones de pesos.
La firma que vendió el inmueble fue Arfinsa, del Grupo Bemberg de Adrián González Fischer, que le pagó siete millones de pesos a la inmobiliaria de Bárbara Jaureguiberry por el asesoramiento en la operación. Esta última, le abonó otro asesoramiento en la licitación al productor de seguros Juan Carlos Thill, mediohermano de Bellingi, por un total de $3.000.000.
Thill fue quien llevó adelante el proceso licitatorio que terminó con la venta del edificio y los camaristas entienden que existió manejo de información privilegiada y que los $3 millones en comisión terminaron en los bolsillos del exintegrante del organismo.