Siendo la mayor economía mundial después de Estados Unidos y con un crecimiento extraordinario de su PBI, China se posiciona hoy como el segundo socio comercial de Argentina.
Y el papel del país asiático no se limita sólo a nuestro país, sino que en los últimos años viene estrechando relaciones con gran mayoría de los estados de Latinoamérica y el Caribe gracias a la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Lanzada en 2003 por el Secretario General del Partido Comunista de China, Xi Jinping, este proyecto busca conectar a más de 60 países de Asia, Europa, África y América Latina. Según cifras del Ministerio de Comercio de China, en 2017 la inversión no financiera directa de China en el exterior en 59 países ubicados sobre la Franja y la Ruta se situó en 14.400 millones de dólares.
"Esta iniciativa pone énfasis en desarrollar la conectividad mediante la construcción de infraestructura. Al tener Argentina la oportunidad de sumarse a esta iniciativa, será posible la mejora de la infraestructura, lo cual redundará en incrementar nuestras ventas al exterior", explicó en diálogo con Víapaís el sinólogo argentino Jorge Malena.
Sin embargo, muchos ven con cierto recelo esta relación cada vez más cercana con China, principalmente fundados en el temor de que el intercambio comercial sea cada vez más asimétrico, dejando a la Argentina en un papel de simple exportador de materias primas.
Según datos del INDEC, en lo que pasó de 2018 el déficit comercial de nuestro país con China es de 1.035 millones de dólares. En 2016, los productos argentinos más vendidos a China fueron alimentos: un 63% fueron porotos de soja, seguido de lejos por aceite crudo de petróleo (8,5%) y en menos medida carne bovina, camarones y langostinos y despojos de gallo o gallina, entre otros productos.
Un foro para el debate
La pregunta que surge en boca de muchos expertos es, ¿será posible revertir esta situación con China? Según el periodista argentino Néstor Restivo, especializado en economía y experto en temas chinos, “la relación con china tendría que servir para industrializar al país, no para primarizarlo. Y es difícil porque tenemos un empresariado muy débil, descansan siempre en el estado y es difícil”.
Por su parte, Xu Wenhong, Secretario General del Instituto de la Franja y la Ruta de la Academia China de Ciencias Sociales, alega que “muchos no conocen la iniciativa de la Franja, y recibimos críticas de algunos países occidentales que hablan de la trampa de las deudas y del neocolonialismo”.
Sus palabras fueron pronunciadas justamente en el marco del II Seminario "China y América Latina y el Caribe: Diálogo entre civilizaciones", realizado el pasado fin de semana en la ciudad china de Nanjing para debatir sobre esta iniciativa y presentar el libro "La Iniciativa de la Franja y la Ruta y Latinoamérica: Nuevas oportunidades y desafíos", que pretende facilitar la comprensión de dicho programa.
“Ambas partes adhieren a el respeto mutuo y la igualdad. Además nos adherimos al beneficio reciproco. La franja y la ruta será una nueva plataforma para la profundización de la cooperación”, dijo durante el foro Zhao Bentang, director general del Departamento para América Latina y el Caribe del Ministerio chino de Asuntos Exterior.
“En los acuerdos ferroviarios o nucleares hechos con China, se tendrían que haber negociado con mayores beneficios para el desarrollo argentino. Pero en una mesa de negociación donde la parte china sabe español, están preparados y tienen una visión a largo plazo, contra una parte argentina muy desorganizada que no sabe chino, se desbalancea en favor chino pero por una debilidad argentina”, finaliza el periodista Néstor Restivo.