Si el primer día de entrenamiento de Diego Maradona al frente de Dorados de Sinaloa sirve como ejemplo, habrá que creer lo que dijo cuando fue presentado como nuevo estratega del club que milita en la segunda división de México: "No vine a pasear".
Ante unas 3.000 personas que lo ovacionaron en todo momento en el estadio Banorte, Diego lució lleno de vitalidad durante el primer contacto en cancha que tuvo con sus flamantes dirigidos.
Después de caminar junto al plantel hacia una de las tribunas para agradecer a los espectadores presentes, Maradona dirigió la práctica vespertina, la cual detuvo en varios momentos para corregir a sus futbolistas, a quienes con gestos y palabras explicaba los movimientos que deseaba sobre el campo.
Después de unos cuarenta minutos en la cancha y con un calor sofocante, Maradona tomó un descanso, se quitó los botines y se acercó nuevamente a los fanáticos para firmar algunas camisetas.
Cerca del final de la práctica, un niño saltó al campo y corrió hacia Diego mientras un miembro de la seguridad privada intentaba detenerlo. Pero Diego le pidió que lo dejara acercarse: le dio unas palmadas al pequeño y le pidió retirarse con los uniformados de turno.
Por último, Maradona encabezó un breve discurso para los espectadores presentes acompñado de todos sus jugadores. "Gracias por venir, estos chicos se lo merecen, con ellos vamos a luchar para estar arriba, pero sólo lo vamos a lograr trabajando todos los días como lo hicieron recién", vaticinó Maradona.
Después de sus palabras, Diego se dirigió hacia la salida del campo pero antes fue interceptado por varias personas que le pidieron tomarse fotos. Tras ello, los propios futbolistas de Dorados aprovecharon la oportunidad de tenerlo tan cerca para pedirle que firmara camisetas e incluso para retratarse a su lado.
El 17 de septiembre Maradona dirigirá su primer partido con Dorados, en Culiacán frente a los Cafetaleros de Tapachula.