El gobierno federal de Brasil decidió aplicar la Ley de Garantía y del Orden en Roraima, que autoriza la actuación de las Fuerzas Armadas en el estado que lidia con un creciente flujo de inmigrantes venezolanos, dijo el ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann.
Agregó que aún no se sabe la cantidad de efectivos que serán dispuestos en Roraima, aunque descartó una intervención federal en el estado, donde también hay preocupación sobre el sistema penitenciario.
El estado de Roraima es el centro de la crisis migratoria venezolana y tuvo la tasa de homicidios más elevada de Brasil durante el primer semestre, según datos publicados.
Entre enero y junio, hubo 27,7 homicidios por cada 100.000 personas en el estado pobre del norte de Brasil fronterizo con Venezuela, según datos del Monitor de Violencia. Río Grande do Norte, con 27,1 homicidios por 100.000 habitantes, tuvo la segunda tasa más elevada, seguido por Ceara y Acre, ambos con 26.
Tras la publicación de los datos, el presidente brasileño Michel Temer anunció que enviará al ejército a restaurar el orden en Roraima.
En los últimos tres años, Roraima, como muchos estados brasileños, se ha convertido en la escena de una intensa batalla territorial entre organizaciones criminales. Durante el mismo periodo, también ha sido puerta de entrada a Brasil de los venezolanos que huyen de la crisis política y económica de su país.
“Lo que vemos es que hay una clara sensación de fragilidad en las instituciones locales para lidiar con el temor de la gente, quienes empiezan a pensar que el estado no tiene ley”, dijo Bruno Paes Manso, investigador del Centro de Estudios de Violencia en la Universidad de Sao Paulo. El centro participó en la formación del Monitor de Violencia.
“Esto lleva a la gente a defenderse por sí mismas... tienes esta percepción: gente que llega de todas partes, el crimen domina, y los homicidios se multiplican en estos contextos”, manifestó.
Pobre y aislado, el estado de Roraima ha pasado apuros para lidiar con el influjo desde Venezuela, donde el colapso de las instituciones y la crisis económica han orillado a 2,3 millones de personas a huir, según cálculos de la ONU. Decenas de miles han llegado a Brasil, en gran parte a Roraima. Muchos viven en las calles y se ha relacionado el brote de sarampión en Brasil a su llegada, con 300 casos detectados en Roraima.
"Brasil no confronta una crisis migratoria. Roraima confronta una crisis migratoria", escribió este fin de semana la gobernadora del estado, Suely Campos, en un artículo de opinión en el periódico Folha de Sao Paulo.