Cómo es por dentro la cárcel donde está preso Julio de Vido

El predio cuenta con 120 hectáreas y tiene capacidad para 1766 internos, aunque actualmente su población es de alrededor de 2400.

(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)
(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)

Julio de Vido y los presos de las más recientes de las causas por corrupción pasan sus días en el Complejo Penitenciario Federal II, conocido como la cárcel de Marcos Paz.

El predio cuenta con 120 hectáreas y fue habilitado en 1999. Tiene capacidad para 1766 internos, pero actualmente su población es de alrededor de 2400, según consignó La Nación.

Dentro del módulo 3 de este complejo se encuentran detenidos Seis empresarios relacionados con la causa de los cuadernos de las coimas: Los empresarios Gerardo Ferreyra, y Jorge Neira, directivos de Electroingeniería; Claudio Javier Glazman, empresario inmobiliario; Armando Loson, presidente de Albanesi constructora; Carlos Mundin, de BTU SA; Sergio Toselli, ex concecionario de trenes y Néstor Otero, concesionario de la estación de ómnibus de Retiro, están detenidos dentro del módulo 3.

(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)
(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)

Por su parte, el ex ministro de planificación Julio De Vido, su cuñado Claudio Miniccelli y el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, están en otro pabellón.

Toda esta área funciona bajo el Sistema de Intervención para la Reducción de Índices de Corruptibilidad (IRIC), un programa implementado por el Ministerio de la Justicia de la nación y el Servicio Penitenciario Federal en 2016, especialmente para los procesados por causas de corrupción.

(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)
(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)

El mismo medio accedió a uno de los sectores de la prisión donde pasan sus días los empresarios detenidos.

El lugar consta de un salón de usos múltiples (SUM), una cocina, un patio, un salón de duchas y 14 celdas individuales. Según aseguraron fuentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) a La Nación, los detenidos pueden salir de sus celdas a las 8 de la mañana para compartir actividades y ambientes con sus compañeros de pabellón. A las 22, en tanto, deben las celdas se cierran hasta el día siguiente.

(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)
(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)

Cada preso tiene designada una "celda húmeda", ya que posee dentro un lavabo y un inodoro. Cada uno de estos espacios de 4 x 2,50 metros se completa con una cama, un banquito, un escritorio fijo y una biblioteca empotrada. Las celdas tiene también una pequeña ventana de rejas verdes.

(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)
(LA NACIÓN/Ricardo Pristupluk)

El salón principal del pabellón, en tanto, tiene como mobiliario algunas sillas y mesas de plástico. Sobre un costado hay dos heladeras, también dos teléfonos fijos y en los rincones se acumulan botellas de plástico de agua y paquetes de papel higiénico.

Los presos en este sector están constantemente vigilados por numerosas cámaras dispuestas en los lugares comunes del pabellón, y los guardias del sistema IRIC están especialmente capacitados para tratar con este tipo de reclusos.