Después de la última suba del dólar, el peso uruguayo pasó de 28 a 31 o 32 dólares, y cada vez es más difícil para los argentinos hacer compras en la moneda del país vecino.
Por el contrario, la tendencia a venir a Buenos Aires a hacer compras crece entre los uruguayos. Cada vez que vienen al país aprovechan para adquirir ropa, productos de perfumería o vinos, ya que además de ser baratos encuentran una gran variedad.
Mientras que en Argentina la proyección de inflación para 2018 es del 30% -con una devaluación de entre 30 y 40% en los últimos tres meses- en Uruguay la inflación del último año fue de entre 7 y 8% y el peso uruguayo pasó de 28 a 30-31 por dólar, informó La Nación.
Mientras que en el verano los vacacionistas argentinos comentaban que Punta del Este "estaba barato", ahora se da lo mismo a la inversa y son los uruguayos los que disfrutan de los bajos precios de este lado del charco.