Un tramo de viaducto en la ciudad italiana de Génova (noroeste) se derrumbó este lunes y las autoridades locales confirmaron que hay al menos 35 muertos y decenas de heridos. Mientras tanto, continúa la búsqueda en pos de encontrar más víctimas bajo los escombros.
"Por desgracia hay una treintena de fallecidos y varios heridos en graves condiciones", había señalado previamente Matteo Salvini, ministro del Interior italiano, al dar el balance parcial de la tragedia. Sin embargo, el número de muertos subió a 35 en las últimas horas.
Tal como informó la agencia de noticias ANSA durante la jornada, al menos 5 personas fueron rescatadas con vida de entre las ruinas.
Se trata del puente Morandi, de 1.182 metros de longitud y una altura de 90 metros, cuyo desplome ocurrió en un tramo de dos carriles y unos cien metros de longitud.
"Tal y como estaba previsto, se había instalado un puente grúa para permitir el desarrollo de actividades de mantenimiento. Los trabajos y el estado del puente estaban sujetos a la constante observación de las autoridades locales", expresaron desde la concesionaria Austostrade per l'Italia, que estaba trabajando en esa zona para consolidar el pavimento del viaducto.
Los medios apuntan a que puede haber una decena de vehículos afectados. En consecuencia, trabajan los cuerpos de seguridad y los distintos equipos de emergencias.
La Policía informó del derrumbe y explicó que se produjo después de "una violenta tromba de agua".
El puente fue construido en la década de 1960 y une la autopista A10, que llega desde la frontera de Francia, con la A7 hacia Milán (norte).
El viaducto transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales.
El ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, sigue "con la máxima aprensión" lo sucedido en Génova que se perfila, dijo en Twitter, como una "inmensa tragedia".
