El Vaticano decretó que se puede ser "virgen consagrada" luego de haber tenido sexo

Hay cerca de 5000 vírgenes consagradas en 42 países, la mayoría en Francia, Italia y Argentina.

Tras un documento, critican al Vaticano por permitir consagrarse a las que hayan tenido sexo
Tras un documento, critican al Vaticano por permitir consagrarse a las que hayan tenido sexo

Luego del pedido de varios obispos ante un creciente número de vocaciones de mujeres, el 4 de julio se publicó un documento llamado Ecclesiae Sponsae Imago, elaborado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Muchas mujeres católicas que han ofrecido su virginidad eterna como "Novias de Cristo" se sorprendieron al conocerse en el documento que la virginidad literal no es pre requisito para su consagración.

Las vírgenes consagradas son mujeres solteras que ofrecen su virginidad como un regalo a Cristo y dedican tiempo a la penitencia, trabajos comunitarios y a la oración. A diferencia de las monjas, no viven en comunidades cerradas ni usan una ropa particular. La mayoría tiene trabajo y se mantienen por sus propios medios.

El informe de 39 páginas del Vaticano ofrece instrucciones detalladas al respecto de esta vocación, como el consejo de prepararse durante dos años antes de consagrarse. Además, dice que las vírgenes consagradas "están dedicadas al Señor Jesús en virginidad. Ellas experimentan la fertilidad espiritual de una relación íntima con él".

En un comunicado, la Asociación de Vírgenes Consagradas de Estados Unidos, que dice que hay 235 en ese país, y que se encontraban "profundamente decepcionadas por la negación de que la virginidad integral es el fundamento esencial y natural de la vocación".

Tras un documento, critican al Vaticano por permitir consagrarse a las que hayan tenido sexo
Tras un documento, critican al Vaticano por permitir consagrarse a las que hayan tenido sexo

Esto está en el artículo 88: "La llamada a dar testimonio del amor virginal, esponsal y fecundo de la Iglesia a Cristo, no se reduce al signo de la integridad física (…) Haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración".

“Es impactante escuchar de la Madre Iglesia que la virginidad física puede ya no ser considerado un prerrequisito esencial para la consagración a una vida de virginidad", agregó la Asociación.