Al menos 21 personas han muerto, 35 siguen desaparecidas y se han rescatado a 91 en dos naufragios que sucedieron este jueves de manera separada y que han estremecido a uno de los principales destinos turísticos de Tailandia, Phuket.
La casi totalidad de las víctimas son turistas, principalmente chinos, aunque las autoridades aún deben ofrecer una lista de nombres y nacionalidades. Además hay once heridos, dos de ellos de gravedad, según el gobernador de la provincia de Phuket, Norapat Plodthong.
El mal tiempo, responsable principal de ambos naufragios, prosigue y dificulta las tareas de salvamento en las que participan helicópteros, barcos y buzos expertos de la Armada y la Policía tailandesa.
Los 35 desaparecidos pertenecen a este naufragio y se cree que puedan estar atrapados en el interior del barco que descansa a 40 metros de profundidad en el mar.
El otro naufragio corresponde al yate Sereneta, que transportaba 35 turistas, un guía, un fotógrafo y una tripulación formada por cinco tailandeses cuando zozobró en aguas de otra isla de la zona.
Ambos naufragios tuvieron lugar en medio de fuertes oleajes y viento que habían anunciado los servicios meteorológicos en sus previsiones.
El turismo es uno de los principales motores económicos del país, aporta el 6 por ciento del producto interior bruto, es la principal fuente de divisas y ocupa a cerca de 5,4 millones de personas (14,1 por ciento del empleo total).
Tailandia atendió a 35 millones de turistas en 2017, prevé alcanzar los 38 millones de turistas este año y su objetivo es elevar el número a los 60 millones en 2030.