El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió sus duras políticas migratorias y aseguró que las fronteras del país no pueden abrirse para todos.
En los últimos días, el mandatario norteamericano fue muy criticado tras separar a niños migrantes de sus familias. Por eso, poco después emitió un decreto revirtiendo su decisión.
"Nuestro país se encuentra afrontando una crisis de inmigración ilegal en la frontera: no podemos tener fronteras abiertas para todas las familias y los menores ilegales. Tenemos que tener reglas", dijo.
"Los demócratas respaldan una ley que evita que las familias sean detenidas y expulsadas: quieren que todos sean liberados en nuestro país prescindiendo de si son peligrosos o no. Pueden ser asesinos, pueden ser delincuentes, pueden ser gente horrible, y para los demócratas está bien. No quieren una frontera segura, ellos están bien con el crimen, pero nosotros no", agregó el presidente respublicano.