Dylann Roof, el joven condenado por matar en junio de 2015 a nueve feligreses afroamericanos en una iglesia de Charleston, en Carolina del Sur, fue sentenciado a la pena de muerte por un jurado federal.
Roof, de 22 de años, no mostró arrepentimiento y, en su declaración final, aseguró: "Todavía siento que tenía que hacerlo".
En un tribunal de Charleston, la decisión del jurado federal compuesto por 12 personas fue unánime. En diciembre pasado lo habían encontrado culpable de los 33 cargos que pesaban en su contra, de los que 18 conllevan la pena de muerte.
Roof, quien optó por representarse a sí mismo durante parte del juicio, será formalmente sentenciado a la pena capital este miércoles por el juez instructor del caso, Richard Gergel.
Durante el proceso judicial, el joven confesó los crímenes y reconoció que eligió atacar la iglesia de Charleston por ser una de las más antiguas congregaciones del sur de Estados Unidos y una de las más firmes en la defensa de los derechos civiles de los afroamericanos.