Las experiencias que ofrece el cine: desde lo más tradicional hasta butacas con movimiento

Hay opciones para todos los gustos. A la hora de la elección, se tiene en cuenta el precio y los servicios que incluye cada propuesta.

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La experiencia con el cine D BOX es distinta. La película elegida para ver fue "Titanes del Pacífico: la insurrección" en una sala de Moreno (hay disponibles en San Justo, Malvinas Argentinas, Shopping Abasto, Morón, Temperley, Unicenter y Rosario) de una reconocida cadena de cines.

Si bien la entrada es cara ($340), es una oportunidad para disfrutar una película de otra manera. Las butacas están en el medio de la sala, son especiales de D BOX y están identificadas. Cada butaca tiene un control que permite regular la intensidad del movimiento de la butaca, ya que cada una tiene un movimiento individual y se puede manejar a antojo. Esto hace que los espectadores vivan una experiencia más intensa, que supera al cine convencional.

Para los que no les gusta todo lo relacionado al movimiento, está la opción Premium, que es como ir a un cine con restaurant. La variedad de la carta no es variada ni amplia pero cumple. El pedido de la comida se puede realizar antes del comienzo de la función o existe la posibilidad de llamar al asistente con un botón que se encuentra al costado de la butaca para pedir durante la película (cuestión que resulta molesta para algunos espectadores por el ruido y la luz de la linterna del empleado). Con respecto a la opción anterior, es más barata ya que cuesta $180 con descuento.

Para los más convencionales, están las opciones del cine tradicional: la pantalla, butacas cómodas, un balde de pochoclos y nada más. La entrada general cuesta $220, aunque hay descuentos que incluyen 2x1. También, para los que quieren algo más, está la posibilidad de verla en 3D, a un precio de $240.

Pasa el tiempo y las innovaciones no paran de sorprender a los cinéfilos. Pero siempre hay una propuesta para cada tipo de espectador.