Hace 30 años, cuatro atletas jamaiquinos debutaron en unos Juegos Olímpicos de Invierno y ese hecho inspiró años después la historia dela película "Jamaica bajo cero". La película de Disney fue un éxito, ya que recaudó más de 150 millones de dólares
¿Como fue la historia? Cuatro jamaiquinos soñaban con los Juegos Olímpicos pero no podían superar las exigentes eliminatorias de su país. Por tal motivo, convencen a un excorredor de bobsleigh borracho de formar un equipo para ir a los ¡Juegos de invierno!
Entonces, llegan a Calgary 88 y son objeto de burla de parte de los alemanes orientales.
En el final, se accidentan en la última prueba y deciden cargan el trineo sobre los hombros y cruzar a pie la meta en medio de una ovación.
La historia real comenzó con George Fitch, un agregado comercial en la embajada estadounidense en Kingston que estaba obsesionado con los juegos invernales, y John Barnes, un amigo con el que jugaba al tenis a mediados de los 80 en la capital jamaiquina.
En junio de 1987, ambos se reencontraron en Kingston para una boda y Fitch pudo ver una competencia pintoresca: una carrera de carritos empujados ladera abajo en Blue Mountains. La idea entonces explotó en la cabeza de Fitch: eso era básicamente bobsleigh, sólo que sin nieve. Y se puso como objetivo llevar a un país caribeño a los Juegos de Invierno de Calgary.
Su amigo Barnes salvó el incipiente proyecto al acercar a Fitch a las Fuerzas Armadas. Un conocido que era mayor en el Ejército jamaiquino le fue acercando a Fitch lo que necesitaba. Cuando el diplomático le explicó que necesitaba velocidad para el empuje inicial le dio a Mike White, el campeón de velocidad del Ejército, y a Devon Harris, cuya especialidad atlética eran los 800 metros. Cuando explicó que necesitaba una buena coordinación ojos-manos para conducir el trineo, el mayor le entregó a Dudley Stokes... un piloto de helicóptero.
Lo cierto es que el Comité Olímpico estuvo cerca de bloquear la participación jamaiquina en los Juegos, pero por intermedio de algunos deportistas destacados, incluyendo al príncipe Alberto de Mónaco, un habitué de los juegos invernales, aceptaron a los caribeños.
A diferencia de lo que cuenta la película, en Calgary no hubo bullying al equipo jamaiquino. Es más: Jamaica no sólo no pasó vergüenza sino que derrotó a otros diez equipos.