El papa Francisco volvió a sorprender al público por su simpleza en su audiencia general de los miércoles en Plaza San Pedro. El sumo pontífice ordenó detener el papamóvil para tomarse un mate con unos argentinos que le insistieron a puro grito detrás de las vallas de seguridad.
"¡Tomáte un mate Francisco!", le gritaron al Papa, quien contestó tras probarlo: "Está bueno".
No es la primera vez que Francisco toma mates en público. Es una costumbre y un gusto que se da en cada oportunidad que hay un argentino con un termo bajo el brazo.