De a poco van surgiendo más hipótesis sobre qué pudo haberle ocurrido al submarino ARA San Juan, desaparecido en alta mar desde el pasado 15 de noviembre, cuando llevaba a bordo 44 tripulantes.
Se sabe que, poco antes de perder definitivamente la comunicación, el comandante de la nave había informado de una "avería" por una filtración de agua.
Un informe de la Marina reveló que no sería la primera vez que ocurre un incidente de este tipo. Según el mismo, el snorkel del ARA San Juan había fallado en un viaje anterior, filtrándose agua marina hacia el interior del buque pero sin alcanzar las baterías. El agua se coló por el instrumento y fue detenida por un "piletón" interno, que resguarda a la máquina de entradas súbitas de líquido que pondrían en peligro todo su funcionamiento
El documento, publicado por Clarín, había quedado asentado el 5 de septiembre y recién ahora llegó a manos del Gobierno Nacional, ya que la base de la Armada en Puerto Belgrano nunca lo elevó a las superioridades navales y políticas. Lo más destacado es que el informe sugería que el submarino debía entrar a talleres de raparación en 2018.
El Gobierno detectó esta información cuando inició una investigación interna en la Marina sobre el estado del San Juan. Pero no llegó a una conclusión determinante ya que el sumergible realizó otros viajes posteriores sin reportar problemas.
De hecho, el submarino fue chequeado durante 48 horas en Ushuaia por su tripulación antes de zarpar por última vez. Hay constancias oficiales de que el sistema de la nave funcionaba sin problemas.
Estos datos, decisivos para saber qué ocurrió con la nave desaparecida, serán reconstruidos por el Ministerio de Defensa a cargo de Oscar Aguad y analizados en Santa Cruz por la Justicia de Caleta Olivia.