Diego Armando Maradona, el niño que nació y creció en Villa Fiorito, que pateó sus primeras pelotas en el potrero, que se hizo Cebollita y llegó a ser el más grande del mundo, cumple este viernes 60 años.
Ídolo argentino y mundial, campeón del mundo, contradictorio y polémico, brindó una entrevista exclusiva a Clarín en la que repasa los puntos más destacados de su historia, y habla también de su presente y su futuro.
"Fui y soy muy feliz. El fútbol me dio todo lo que tengo, más de lo que hubiese imaginado. Y si no hubiese tenido esa adicción habría podido jugar mucho más", comienza diciendo Maradona. "Pero hoy eso es pasado, estoy bien y lo que más lamento es no tener a mis viejos. Siempre pido ese deseo, un día más con la Tota pero sé que desde el cielo está orgullosa de mí y que fue muy feliz".
Consultado sobre cuál es su deseo para Argentina y su gente, dice: "Que pase cuanto antes esta pandemia y que mi Argentina pueda salir adelante. Quiero que todos los argentinos estén bien, tenemos un país hermoso y confío en que nuestro Presidente va a poder sacarnos de este momento. Me da mucha pena cuando veo chicos que no tienen para comer, yo sé lo que es pasar hambre, sé lo que se siente en la panza cuando no comés por varios días y eso no puede pasar en mi país. Ese es mi deseo, ver a los argentinos felices, con trabajo y comiendo todos los días".
Diego Armando también habló sobre cómo atraviesa la pandemia, durante la cual se mantiene aislado en su casa de Brandsen, desde donde respondió las preguntas de Clarín. El coronavirus se cobró la vida del cuñado del Diez, en un golpe muy cercano a su familia.
"Esto es lo peor que nos pudo pasar, nunca vi algo igual", dijo Diego. "Y a Latinoamérica le pega mucho más. Ojalá termine pronto, hay gente que no la está pasando bien, mucha gente que quedó sin trabajo, que le cuesta poder tener para comer. Yo confío en (Vladimir, el presidente de Rusia) Putin, estoy seguro de que en poco tiempo va a tener una vacuna porque esto ya no se aguanta más".
Sobre su relación con la gente, con el público, dijo: "Yo a la gente le voy a estar eternamente agradecido. Todos los días me sorprenden, lo que viví en esta vuelta al fútbol argentino no me lo voy a olvidar jamás. Superó lo que yo podría imaginar. Porque estuve mucho tiempo afuera y a veces uno se pregunta si la gente me seguirá queriendo, si seguirán sintiendo lo mismo... Cuando entré a la cancha en Gimnasia el día de la presentación sentí que el amor con la gente nunca se va a terminar".
Sobre el presente de su colega, y quizá sucesor, Lionel Messi, que atraviesa un momento complicado en el Barcelona, cuyo presidente Josep Maria Bartomeu presentó la renuncia esta semana, Maradona opinó: "Yo sabía que eso iba a terminar mal y pensé que Leo se iba. Me pasó a mí también. El Barcelona no es un club fácil y son muchos años los que él lleva ahí y no lo trataron como se merecía".
También comparó el caso con su paso por el Nápoli, de Italia (1984-1990): "Les dio todo, los llevó a lo más alto y un día quiso salir para cambiar de aire y le dijeron que no. Lo que pasa es que pegar un portazo no es fácil, hay contrato, un club muy grande, la gente que te quiere. Yo en el Napoli no lo hice".
Y por último, se definió por su club de los amores en una pregunta fundamental: "¿Quién es más candidato a ganar la Copa Libertadores: River o Boca?".
"Boca está bien, me gusta. Miguel (Russo) le dio al equipo solidez atrás y ahora sumó un par de jugadores que le levantaron el nivel. River viene de hace rato trabajando con Gallardo y eso es importante, ya se conocen de memoria, pero en esta le tengo mucha fe a Boca", respondió el Diez.