Desde el comienzo del aislamiento obligatorio, el Gobierno Nacional hizo ya tres entregas del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una suma de $10.000 que llega aproximadamente a unos 9 millones de personas.
El último pago terminó de completarse a fines de septiembre y desde entonces se espera la definición sobre si habrá o no una cuarta entrega, lo que aún no se sabe.
"No está definido aún", explicó el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, y ratificó el "compromiso del Presidente de acompañar a los que menos tienen".
"Eso marca la decisión del Presidente de empezar por los últimos y el nivel de deterioro de gravedad. El IFE marcó el nivel de informalidad laboral, si hay 16 millones de familias y el IFE lo cobran 9 millones... hay un alto nivel de informalidad", dijo Arroyo en TN.
Los beneficiarios del IFE hasta ahora fueron: titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), desocupados y trabajadores informales, empleadas domésticas, monotributistas categorías A y B, y beneficiarios del plan Progresar.
Para los tres primeros pagos, el Estado debió desembolsar $270.000 millones. Por eso, analiza detenidamente si embarcarse en una nueva entrega, que estaría más que justificada por los crecientes niveles de pobreza en el país.
El "plan B" del Gobierno es acotar el IFE y entregarlo únicamente a los segmentos más vulnerables de la sociedad, que calculan en alrededor de tres millones de personas que todavía no pudieron reactivar sus ingresos.
Otra opción, indicó Clarín, sería dar de baja el IFE y reemplazarlo por un programa de inserción laboral para jóvenes, ya que unos 2,5 millones de los beneficiarios del IFE tienen entre 18 y 24 años.
Sin embargo, el 62% de los titulares del IFE -5,4 millones de personas- son desempleados o tienen un empleo informal.
Además hay entre los beneficiarios 690.000 monotributistas de las categorías A y B, 190.000 empleadas de casas particulares y 128.000 beneficiarios de las becas Progresar.
Existen "tres generaciones excluidas", indicó Arroyo, sobre el avance de la pobreza en Argentina, que superó el 40%. "Tenemos que resolver cuestiones básicas, todos los chicos tienen que ir al jardín de infantes", sino "no va a reducirse la desigualdad, la pobreza infantil; va a haber una cuarta generación de excluidos si los chicos no van al jardín", sumó.
Entre el comienzo de la pandemia y principios de octubre, el Estado gastó $941.328 millones para afrontar la crisis, lo equivalente a 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB).