Mil cruces clavadas frente al Congreso brasileño como parte de una manifestación simbólica, silenciosa y de impacto recordaron este domingo las más de 57.000 víctimas que la pandemia del coronavirus ha dejado en Brasil y el "negacionismo" del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, frente a esta crisis.
Las cruces "decoraron" por cerca de tres horas uno de los amplios jardines frente a la sede del Congreso y que forman parte de la Explanada de los Ministerios, la ancha avenida en Brasilia en la que están ubicadas las principales edificaciones públicas del país, incluyendo la Presidencia.
El acto bautizado como "Stop Bolsonaro" fue organizado por un movimiento de izquierda que se identificó como "Resistencia y Acción" y quiso recordar las miles de víctimas del coronavirus en Brasil, el segundo país con más muertes y contagios de la enfermedad en el mundo.
"Más de 50.000 muertes. Bolsonaro pare de negar", decía, en grandes letras, el único letrero que acompañaba las cruces sembradas en el centro del poder de Brasil.
El líder ultraderechista es uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia; llegó a calificar a la COVID-19 como "gripecita" y defiende la inmediata normalización de todas las actividades y el fin de las medidas de distanciamiento social impuestas por gobiernos regionales y municipales para enfrentar el coronavirus.
Según el último balance del Ministerio de Salud, transcurridos cuatro meses y un día desde el registro del primer caso, Brasil acumulaba hasta el sábado 57.070 muertes y 1.313.667 casos confirmados de coronavirus.
Esas cifras confirman a Brasil como el segundo país con más víctimas y contagios de coronavirus en el mundo después de Estados Unidos, como uno de los nuevos epicentros mundiales de la pandemia y como el que mayor promedio de víctimas viene registrando en los últimos días.
Pese a que la pandemia sigue avanzando y a que el país aún no llegó al pico de su curva de contagios, la mayoría de los gobiernos regionales y municipales que impusieron medidas de distanciamiento para frenar la enfermedad ya comenzó procesos graduales de desescalada.
Otros pequeños actos convocados por las redes sociales con el hashtag #StopBolsonaroMundial, en los que se pidió la renuncia del jefe de Estado y se criticó su política negacionista frente a la pandemia, se registraron este domingo en algunas ciudades de Brasil y en el exterior, principalmente en Europa.
En Brasilia, en donde la protesta también incluyó una ceremonia ecuménica con la participación de líderes indígenas, los manifestantes pidieron que el Congreso abra un juicio político destituyente contra Bolsonaro.
"Fue un acto para denunciar a los responsables por este genocidio", afirmó la profesora Lucia Iwanow, una de las organizadoras de la protesta.
Entre los manifestantes en Brasilia destacaron el exministro Gilberto Carvalho y la diputada federal Erica Kokay, dos importantes dirigentes del socialista Partido de los Trabajadores (PT), la formación que gobernó Brasil por trece años con Luis Inácio Lula da Silva (2002-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).