El Gobierno brasileño restringió este sábado la publicación de los datos consolidados de casos y muertes de COVID-19 y llegó a ser excluido algunas horas del balance global realizado por la Universidad Johns Hopkins, considerado como una referencia internacional.
Después de casi 24 horas fuera del aire, la página web del Ministerio de Salud de Brasil disponible para divulgación de los datos del nuevo coronavirus volvió a operar la tarde del sábado, pero retornó con la divulgación parcial de los datos.
De esa forma, el Gobierno brasileño pasó tan solo a informar el acumulado de casos y muertes en las últimas 24 horas y excluyó la cifra total de contagios y decesos desde que se registró el primer caso en Brasil, el pasado 26 de febrero.
La suspensión temporal de la plataforma hizo que el observatorio de la universidad estadounidense Johns Hopkins, referente mundial en el procesamiento de datos del COVID-19, retirara a Brasil de la estadística global algunas horas, aunque fue incluido nuevamente a primera hora de la noche.
Además de la suspensión de los datos consolidados, el Gobierno brasileño pasó esta semana a divulgar las cifras a las 22.00 hora local, tres horas después de lo que venía haciendo en las últimas semanas.
El cambio de metodología del Gobierno alzó voces de protesta en diferentes sectores que criticaron al Ejecutivo del presidente Jair Bolsonaro de obstaculizar el acceso a la información en momentos que la pandemia está en escalada en el país.
Con casi 646.000 casos confirmados y más de 35.000 muertes, Brasil es el segundo país en cantidad de contagios y el tercero en número de decesos por el coronavirus.
Bolsonaro, por su parte, justificó la decisión del Ejecutivo y señaló que se debe a la "subnotificación" e "inconsistencias" que, según él, se presentaban con la publicación anticipada.
No obstante, también fue asociado a la intención del Gobierno para que los datos no apareciesen en el telenoticiero de la red Globo y en las ediciones impresas de los matutinos del país.
El viernes, en declaraciones a periodistas, el propio Bolsonaro ironizó que con el cambio el telenoticiero dejaría de ser "TV Funeraria" y llevó a la cadena televisiva a interrumpir la telenovela de las 21.00 horas, la de mayor audiencia, para pasar el flash informativo con los datos diarios oficiales del nuevo coronavirus.
DURAS CRÍTICAS CONTRA LA DECISIÓN DEL GOBIERNO
El exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, quien dejó el cargo por diferencias con Bolsonaro en el tratamiento de la pandemia, señaló este sábado en una transmisión en vivo a través de sus redes sociales que la decisión de suspender la divulgación del número total de muertes e infectados "es una tragedia".
"No informar correctamente significa que el Estado puede ser más nocivo que la enfermedad", aseveró el exministro.
El magistrado de la Corte Suprema Gilmar Mendes, quien participó de la transmisión al lado de Mandetta, señaló en sus redes sociales que los datos del Ministerio de Salud "deben estar abiertos al público, a los gestores y, por tanto, a la prensa de forma consistente y ordenada".
"La manipulación de estadísticas es maniobra de régimenes totalitarios. Intentan ocultarse los números de COVID-19 para reducir el control social de las políticas de salud", denunció Mendes en sus redes sociales.
"El truco no va a eximir responsabilidad por un eventual genocidio", agregó.
El Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), que reúne a los responsables sanitarios de los 27 estados del país, emitió un comunicado en el que consideró que los cambios, que también sugieren una revisión de los datos que son enviados al Ministerio, pretenden "dar invisibilidad a los muertos".
La Asociación Brasileña de Prensa (ABI, por su sigla en portugués) comunicó, a su vez, que "mientras el número de muertos y contaminados alcanza niveles récord en el país, devastando la vida de millares de brasileños, el Gobierno de Jair Bolsonaro opta por dificultar el acceso a informaciones sobre el avance del virus".
Con información de EFE