El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió este domingo a saludar a cientos de simpatizantes que se manifestaron frente al palacio de gobierno en Brasilia, causando una nueva aglomeración en momentos que el país es el cuarto con más muertes por el nuevo coronavirus en el mundo.
Sin usar mascarilla, Bolsonaro saludó a decenas de simpatizantes que le gritaban mientras se aglomeraban contra una baranda en la Plaza de los Tres Poderes, frente a la presidencia.
Evitando tocar las manos de sus simpatizantes, Bolsonaro recorrió varios metros rodeado de sus guardaespaldas, cargó en hombros a dos niños y cabalgó brevemente en un caballo de la policía montada.
Brasil, con 210 millones de habitantes, es el cuarto país con más muertos por Covid-19, al registrar el sábado 28.834 fallecidos, detrás de Estados Unidos (más de 103.000), Reino Unido (38.489) e Italia (33.414), según un conteo de la AFP.
El gigante sudamericano está cerca de sobrepasar las 500.000 personas contagiadas, la segunda cifra más alta del mundo después de Estados Unidos, con casi 2 millones de casos. La crisis sanitaria que convirtió a Brasil en uno de los principales focos de la pandemia de Covid-19 se conjuga con una aguda crisis política.
Bolsonaro rechaza el confinamiento social para frenar la epidemia por considerar que destruye la economía, lo que se tradujo en duras confrontaciones con alcaldes y gobernadores favorables a la medida.
Los dos estados con más muertos y casos son Sao Paulo y Río de Janeiro, aunque los más afectados en relación a su población son los del empobrecido norte y nordeste, con sistemas sanitarios casi al límite de su capacidad.
En el último mes, las manifestaciones en respaldo al mandatario han sido frecuentes en Brasilia y este domingo la concentración fue en contra del Supremo Tribunal Federal (STF), al cual los manifestantes dedicaron pancartas como "Abajo la dictadura del STF".
En plena pandemia el índice de rechazo a Bolsonaro alcanzó un nivel récord de 43%, según una encuesta del instituto Datafolha, aunque el mandatario de ultraderecha igualmente conserva un núcleo duro de apoyo de 33%.
Organizaciones denominadas "antifascistas" salieron hoy a la calles para pedir "democracia" y la renuncia del presidente Jair Bolsonaro y enfrentar a los simpatizantes de ultraderecha del mandatario en San Pablo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, y en algunos casos fueron reprimidos por la policía.
En San Pablo y Río de Janeiro la policía dispersaba esta tarde a los manifestantes opositores con gases lacrimógenos, mientras en BrasiliaBolsonaro andaba a caballo al lado de simpatizantes en la Plaza de los Tres Poderes, frente a la Casa de Gobierno.
En San Pablo, grupos como Democracia Corinthiana y otros de la hinchada de Corinthians marcharon en la Avenida Paulista, en la zona central de la ciudad, para manifestar contra el gobierno, a 100 metros de donde se preparaba un acto del bolsonarismo.