El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó este domingo la necesidad de que el acuerdo de reestructuración de deuda debe ser "sostenible en el tiempo" y enfatizó que la propuesta presentada por el gobierno "es una promesa que se pueda cumplir y por lo tanto es de buena fe".
"Buscamos resolver una situación de virtual default con responsabilidad y para ello el acuerdo debe ser sostenible en el tiempo. De poco serviría hacer una oferta sobre la base de algo que no se puede cumplir, eso sería patear la pelota para adelante. Poco tiempo después Argentina necesitaría volver a encarar el mismo proceso de reestructuración y en el transcurso habría un marco de incertidumbre", dijo el titular del Palacio de Hacienda en una nota con Clarín.
Al ser consultado sobre la expectativa que tiene de cara al próximo viernes, fecha en la que vence el plazo para que los bonistas manifiesten si aceptan la propuesta argentina,Guzmán sostuvo que "depende del resultado. Si se cierra la reestructuración de manera completa se sentarán condiciones más favorables para que, una vez pasado el coronavirus, la economía se encauce en un sendero de recuperación sostenible".
"En caso que no, Argentina buscará continuar en un proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda. Tenemos por delante modificar el programa con el FMI", agregó el ministro,
"Queremos reestructurar a la deuda de forma ordenada", repitió Guzmán, quien subrayó que "hay un conjunto (de acreedores) que manifestó apoyo, en particular inversores locales que ya nos han contactado" y que "hay otros con los que seguimos en diálogo y buscamos que acompañen. Seguimos trabajando pero esto requiere la cooperación de los acreedores".
"Cooperar significa llegar a un resultado que el país pueda sostener en el tiempo. Esta oferta es una promesa que se pueda cumplir y por lo tanto es de buena fe", enfatizó.
El titular del Palacio de Hacienda dijo que "estamos en un proceso de road show bilaterales con acreedores" y que ese contacto no contempla a los "comités" de tenedores de deuda.
Guzmán dijo que "esta no es una historia de buenos y malos", para luego asegurar que "Argentina tiene voluntad de pago, lo que no hay es capacidad de pago. El inversor que le prestó a la Argentina al 7% tomó un riesgo. Invirtió en un modelo de país, fue compensado por ese riesgo cuando en el mundo las tasas eran cercana a cero y Argentina pagaba un retorno promedio del 7%".
"En Argentina pasó que el modelo que muchos pensaban sería virtuoso colapsó, la actividad económica cayó fuertemente. Argentina necesitaba generar dólares para hacer frente a ese endeudamiento tan grande y no los generó, o sea, el riesgo se materializó. Nosotros hoy no le pedimos a los bonistas que pierdan sino que ganen", finalizó.