El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó hoy por decreto el uso de 10.240 militares y policías en Río de Janeiro debido a la ola de violencia y criminalidad que golpea a la ciudad más conocida del país y que sufre una grave crisis financiera.
La participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de orden público en Río de Janeiro fue autorizada en un decreto firmado por el presidente Temer, y publicado en una edición extraordinaria de hoy del Diario Oficial.
La ayuda del gobierno federal a la gobernación de Río de Janeiro para garantizar la seguridad prevé un refuerzo de 8.500 miembros de las Fuerzas Armadas; de 620 de la Fuerza Nacional de Seguridad (cuerpo de elite integrado por agentes de todo el país) y de 380 de la Policía Federal de Carreteras.
Otros 740 agentes de la Policía Federal de Carreteras se sumarán a las operaciones pero en las fronteras del país, con la misión de combatir la entrada de drogas y de armas dirigidas a los grupos criminales que actúan en Río.
"Los militares no participarán en ocupaciones de favelas, como en anteriores ocasiones. Serán usados como último recurso siempre y cuando sea necesario. Pero no descartamos que también ayuden a patrullar las calles", dijo el ministro.