Su nombre es Petek Tatli, vive en Estambul y por muchos años sufrió de vaginismo, una condición que hace que los músculos vaginales se tensen repentinamente cuando se intenta cualquier penetración y puede ser muy dolorosa y angustiante.
La mujer de ahora 38 años, admitió que en el pasado, ella eligió parejas a las que no se sentía fuertemente atraída, para poder evitar tener relaciones el mayor tiempo posible.
"Cuando miro hacia atrás, simplemente no quería ser mujer. No quería sentir mi sexualidad, no quería a ningún hombre en mi vida que me atrajera sexualmente", aseguró Tatli.
"Mi vaginismo fue bastante extremo. No podía terminar de leer la palabra 'vaginismo' que ya sentía contracciones extremas en todo el cuerpo", recordó con bastante dolor.
Recibió ayuda médica y el apoyo de familiares y cercanos sobre su condición y sus sentimientos. "Mis médicos me decían que todo iba a estar bien pero que necesitaba apoyo. Se lo confié a mi mamá y a mi mejor amigo pero necesitaba hablar con mujeres que sintieran lo mismo".
Su condición mejoro drasticamente decidió practicar yoga "Cuando comencé a entrenar empecé a conocerme más a mí misma, a tener una nueva relación con mi cuerpo, a reconocer mis patrones de pensamiento. Mi perspectiva del vaginismo cambió y me di cuenta que no tenía que vivir con la condición".
Ahora vive una relación con Johanne, su pareja desde los 30 años y con quien "perdió" su virginidad. Además, decidió contar su historia y crear un grupo de apoyo para mujeres que sufren de esta condición: "estoy contando mi historia para llegar a todas aquellas mujeres con vaginismo, para romper los tabúes y las barreras."