El paro que el campo comenzó este lunes y que extenderá hasta el jueves "se está desarrollando dentro de los parámetros previstos", dijo Gabriel de Raedemaeker, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), parte de la Mesa de Enlace.
La medida de fuerza se comunicó la semana pasada, después de que el Gobierno de Alberto Fernández anunciara un nuevo aumento a las retenciones a la soja, esta vez de tres puntos porcentuales. Pasó de 30% a 33%.
Como anticiparon, desde este lunes y por cuatro días no habrá comercialización de productos agropecuarios. "Solo vamos a no vender y no comprar", ratificó el empresario, y volvió a decir que no habrá cortes de rutas.
"No vamos a cortar rutas ni impedir el paso de camiones. No se pretende molestar al resto de la sociedad", reiteró en diálogo con El Destape Radio.
"Es un reclamo por cuestiones de rentabilidad y excesiva carga impositiva. Venimos soportando un paquete impositivo muy grande. De 100 pesos que facturamos, entre 70 y 75 se lo lleva el Estado", agregó Jorge Chemes, presidente de la misma entidad.
Chames buscó desestimar los dichos del presidente Fernández, que había sugerido intencionalidad política en la medida de fuerza, diciendo que los productores del campo eran militantes del Pro.
"Nuestras bases nos pidieron a viva voz que se lleve adelante esta medida ", contó.
Autoconvocados
Por fuera de la Mesa de Enlace, la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) se manifestó en el mismo sentido: no cortarán rutas pero adhieren al paro de comercialización.
"Nosotros empezamos el lunes pasado con la medida porque veíamos que la Mesa de Enlace no estaba con el mismo tenor que nosotros de descontento hacia las medidas del Gobierno", explicó Roberto Palomo, titular de la asociación.
"La Mesa de Enlace apostó al diálogo con el Gobierno pero mientras nos daban charla, subían los derechos de exportación", reclamó.