En 2017, se estrenaba el tráiler de "El fútbol o yo": una comedia protagonizada por Adrián Suar y Julieta Díaz, que trataba de un hombre obsesionado con el deporte más querido por los argentinos, al punto de poner en riesgo su familia y su trabajo. Con Marcos Carnevale como guionista y José Levy como productor, la película -estrenada en agosto de ese año- prometía ser un éxito.
Aunque el público estaba encantado con la trama, había una persona indignada. Era el periodista y escritor Daniel Frescó, autor de la novela "Enfermo de fútbol" (publicada en 2015). Él estaba seguro de que su libro había sido plagiado y llevó el caso a los tribunales.
Cuando radicó la denuncia, Frescó indicó que incluso se había reunido con Levy previamente y le propuso hacer un guión en conjunto, sin recibir respuesta. La réplica del socio de Suar fue que, en realidad, la película se basó en otra obra: la película "Soy hincha de Standard", que relata la historia de un fanático del equipo belga Standard de Lieja.
Cada una de las partes proveyó sus propios peritos, que hablaron a favor de sus clientes. Pero ¿qué dijeron los peritos oficiales? Que efectivamente podían encontrarse al menos seis puntos de contacto entre el texto de Frescó y la cinta de Suar.
El informe final indicaba que había plagio. Sin embargo, agregaba que: "Tanto el libro como la película tiene en su expresión y en su organización un grado de originalidad propio. No obstante ambas piezas utilizan diversos motivos que no son originales, que tiene larga tradición en la literatura, el cine y en otras expresiones artísticas".
Pese a la conclusión, el fiscal respaldó a Suar y Levy. Pero el asunto no terminó allí. Hasta el año pasado, la causa estaba en manos del juez Guillermo Carvajal, quien se jubiló. Ahora, el nuevo juez de Instrucción, Mariano Iturralde, ordenó ampliar el peritaje.
Un primer resultado del pedido arrojó que efectivamente hay muchas similitudes entre las creaciones de los enfrentados. Ahora, los expertos deben hacer las comparaciones entre la filmación de Suar y la película franco belga a la cual le compró los derechos, para ver si el empresario argentino usó elementos que estuvieran exclusivamente en el libro de Frescó.
Iturralde fijó 30 días hábiles como plazo para que se presenten las resoluciones. A fines de marzo, deberá tomar la decisión y dictar si el plagio existió o no.