Estados Unidos firmó un tratado histórico con los talibanes de Afganistán para poner fin a más de 18 años de guerra y allanar el camino para la retirada de las tropas estadounidenses del país de Medio Oriente.
"Si los talibanes y el gobierno de Afganistán mantienen sus compromisos, tendremos una senda a seguir para poner fin a la guerra en Afganistán con el fin de traer a nuestras tropas a casa", aseguró el presidente estadounidense, Donald Trump.
El gobierno de Kabul quedó al margen de las negociaciones ya que no tiene diálogo con los talibanes, que dominan gran parte de su territorio. Por eso, es la primera vez que se realiza un acuerdo directo de Estados Unidos con el grupo islamista paramilitar.
El texto negociado durante año y medio en Catar no es un acuerdo de paz como tal, sino que en esta fase solo se prevé una "reducción de la violencia" y no un verdadero alto el fuego.
Una vez confirmado el acuerdo, el ejército estadounidense comenzará a retirarse de Afganistán. A cambio, los talibanes se comprometerán a prohibir cualquier acto de terrorismo desde los territorios que controlan y a entablar negociaciones de paz con el gobierno afgano.
Inicialmente, los estadounidenses deberían reducir sus tropas de unos 13.000 soldados actuales a 8.600 en los próximos meses. El calendario de las retiradas posteriores es más lento, aunque Trump insiste en que quiere "traer a los muchachos a casa" y "poner fin a las guerras interminables".
La firma de este pacto es una carta que Trump exhibirá en la campaña para su reelección como el cumplimiento de una promesa: poner fin a la guerra más larga en Estados Unidos.