Karina fue mamá muy joven, quedó embarazada a los 14 años de su novio de la adolescencia. Tenía miedo de contarlo, tanto que se lo dijo a su mamá en una parada de micros de Temperley, Provincia de Buenos Aires, para evitar que la golpee. La mujer se sorprendió y la obligó a no decirle nada a su padre, alegando que si le pasaba algo se iba a sentir culpable.
"Un día mi mamá me llevó a la casa particular de una doctora en el barrio de Turdera, que me revisó y me preguntó de cuántos meses estaba, un dato que yo no sabía. Al tiempo volvimos a ir y me aplicó una inyección. Al día siguiente, el 10 de abril de 1987, me empecé a sentir mal y regresamos a lo de esta mujer. Me dejaron sola con trabajo de parto en una habitación fría y oscura, con unos dolores insoportables", cuenta Karina, de 44 años, al diario La Nación. Dio a luz a su bebé en sola, estaba aterrada. "Tu bebe nació muerto", le dijo la partera. Ella no quiso verlo porque le daba impresión.
Continua leyendo en Rumbos Digital.