Después de que la semana pasada asumieran sus puestos las nuevas autoridades de Arsat, el anterior presidente Raúl Martínez -designado por Mauricio Macri- se "atrincheró" en la empresa y exige la doble indemnización para irse.
Martínez sí renunció la presidencia del directorio de la empresa de tecnología, que ahora ejerce Pablo Tognetti, pero se niega a dejar su cargo de gerente general sin recibir la doble indemnización prevista por la gestión de Alberto Fernández para los despidos sin causa.
Desde la gestión actual confían en que pronto renuncie no solo él, sino también diez funcionarios más (siete gerentes y tres subgerentes). Todos reclaman la doble indemnización para irse. Mientras, Martínez no habla con la prensa.
"Se les pidió la renuncia a todos los cargos políticos, pero ninguno quiere renunciar. Todos quieren indemnización", dijo una fuente oficial a Clarín. Además aprovechó para denunciar que Martínez hizo gastos irregulares, "ninguno de los cuales pasó por el directorio", como "la construcción de un helipuerto, que nunca se usó".
Después de las primeras repercusiones de la noticia, del entorno de Martínez aseguraron que "están instrumentando la desvinculación de la empresa y que él espera que Tognetti le informe" cómo lo desvinculan, ya que actualmente está de vacaciones.
También indicaron que la posición del expresidente de Arsat es por la defensa de "los derechos de todos los demás gerentes, para que se los indemnice a todos, ya que es una empresa pública que tiene superávit económico". De todos modos no descartaron que, ante la magnitud de las repercusiones, presente la renuncia.