Máximo Thomsen, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Juan Guarino, Enzo Comeli y Alejo Milanese son los diez rugbiers que se encuentran detenidos en Pinamar y Villa Gesell por matar a Fernando Báez Sosa, el sábado a la salida del boliche.
Todos ellos serán trasladados a la Penitenciaría N°6 de Dolores. Según indicaron fuentes del caso a TN.com.ar, los jóvenes ya tienen cupo en la cárcel ubicada sobre la calle Riobamba.
La cárcel de Dolores cuenta con una escuela y sus internos pueden estudiar talleres de oficios como plomería, herrería, mecánica o fabricación de portones. Además, por un convenio con la Universidad de Mar del Plata, también pueden estudiar Abogacía.
Sin embargo, esta unidad penitenciaria inaugurada el 27 de enero de 1877, hace más de 140 años, es una de las cárceles más viejas y superpobladas de la Provincia de Buenos Aires. En sus pequeñas celdas hay "hacinamiento extremo: las que tienen capacidad para dos internos, alojan a tres, a cuatro y hasta cinco", aseguran.
"Está muy deteriorada y muy venida a bajo", afirmaron las mismas fuentes al mencionado medio. En diciembre pasado, los presos realizaron una huelga de hambre para quejarse por las condiciones en las que viven. También la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) y la Defensoría del Pueblo bonaerense presentaron reclamos a la Justicia y a la gobernación.
Según un informe de la CPM, en 2018 la prisión de Dolores alojó a 3,4 personas cada una plaza, convirtiéndose en la más superpoblada del SPB. Pese a que tiene una capacidad para 188 personas, ese año alojaba a 833 internos, y actualmente hay allí 937 personas. Próximamente, serán diez más.