Los economistas analizan la realidad argentina y vaticinan dos escenarios probables: uno, en el que la renegociación de la deuda se resuelve exitosamente en un mediano plazo, pero en 2020 los precios aumentan entre 35% y 44%, el dólar termina el año a $85 y el PBI cae entre 1 % y 2,7%.
El otro escenario, en el que la deuda no se arregla, las estimaciones se "descontrolan", según Clarín: la inflación podría llegar a 75%.
Sobre la brecha entre dólar oficial y el blue (que actualmente es de 25%), Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, considera: "Podría llegar al 50% en los días de mayor tensión, sobre todo en medio de la negociación de la deuda, que no va a ser calma".
Y agrega: “Creemos que hay dos ejes que serán determinantes: por un lado, la negociación de la deuda -no tanto el resultado final, porque quizá ni siquiera se conozca en 2020 y, si se conoce, será cuando el año casi esté jugado- pero sí cómo arranque. Y el otro eje es el acuerdo de precios y salarios. Las dos variables están correlacionadas, las chances de éxito del acuerdo depende de cuánto se encaminen las negociaciones de la deuda”. Para Ecolatina la caída del PBI será 1,6% y la inflación 40%.
En la consultora EcoGo coinciden con un retroceso de 1,6% pero son un pocos más optimistas con los precios: estarían entre 35% y 36%. Para el director Federico Furiase, si no se alcanza acuerdo por la deuda, la economía caería 4% y con una inflación de 75%.
“En el escenario que se trunca la renegociación de la deuda, sube el riesgo país, se acelera la inflación, no se estabilizan las variables nominales, hay una brecha cambiaria creciente y eso es una señal negativa para el superávit comercial”, explica a Clarín.
Andrea Osorio, economista de la Fundación Capital, considera que, solo si se cierra el frente externo, la caída de la actividad económica se calmaría en la segunda mitad de 2020, que terminaría con un rojo de 1,8%.
“La desaceleración de la inflación, que estimamos en 42%, será clave para conseguir una mejora del poder adquisitivo de la población, que repercuta en el consumo”, asegura. “Por el momento las medidas se presentan en una lógica de emergencia, buscando incrementar los recursos de cara a la renegociación de deuda. Sin embargo, resta conocer la estrategia productiva, en cuanto al impulso de la inversión y las exportaciones, de forma que genere capacidad de pago hacia delante”, afirma la economista.
Por su parte, el economista jefe de Seido, Gabriel Zelpo, anticipa una leve desaceleración de la inflación y la estima en 40% anual. "Avanzado el año tendrán que mostrar un plan más consistente financiero, fiscal y monetario, de otra forma el riesgo de una nueva crisis se incrementará", asegura. En Seido son los más optimistas y calculan una caída del PBI de 1%, con una inflación de 40%.
Por último, LCG estima un retroceso de 2,7% para la economía, con precios subiendo 44,8%.