Después de su reunión a primera hora con el presidente cubano Miguel Díaz-Cane, Alberto Fernández partió en helicóptero hacia La Plata, para asistir al traspaso de mando de la Provincia entre María Eugenia Vidal y Axel Kicillof, y entonces tuvo un breve cruce con periodistas.
En una especie de chicana, el flamante jefe de Estado lanzó: "No sé si el Presidente venía a trabajar ahí, porque el aire acondicionado no funciona y es insufrible", dijo sobre la oficina donde mantuvo la reunión desde las 9.30.
Sobre el resultado de la misma, Fernández dijo que "estuvo muy bien". Además del presidente, participaron del encuentro el canciller argentino Felipe Solá, su par cubano Bruno Rodríguez Parrilla y la vicejefa de Gabinete de Alberto, Cecilia Todesca.
Según Presidencia, los presidentes "destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores de nuestro país".
Además hablaron de una "cooperación mutua" en cuanto a lo cultural, deportivo, tecnológico y de investigación. "Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba", dice en el comunicado.