"El incendio comenzó en el lado izquierdo y se propagó rápidamente al ala derecha. Me impresionó ver cómo la gente saltaba desde las ventanas", contó a Télam, un hombre de 40 años que vive en el décimo quinto piso del edificio y escapó bajando por las escaleras.
El hombre relató que en los últimos días habían estado haciendo reformas en los pisos de abajo de la Torre Grenfell, donde funciona una escuela. "Recubrieron las paredes con un plástico; por algún motivo, eso se prendió fuego y el incendio se propagó en unos diez minutos", agregó aportando una pista sobre lo que podría haber iniciado el incendio, aunque aún no hay información oficial al respecto.
Samira Lamrani, una vecina del edificio, contó que un bebé pudo salvarse después de que una mujer lo lanzó desde el noveno o décimo piso de la torre ubicada a pocas cuadras del famoso mercado de Portobello Road, en Notting Hill.
"Desde una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas, explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía tomarlo", dijo a la agencia EFE Lamrani, que manifestó estar segura que el niño pudo sobrevivir porque un hombre consiguió atraparlo.
"Podía ver la muerte en sus miradas", sostuvo la vecina, tras reconocer que "los gritos, especialmente de los niños" se le quedarán "grabados durante mucho tiempo". "Vi gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando", relató a la prensa.
Unos 200 bomberos y 40 autobombas trabajaron desde la madrugada para apagar el incendio, que no tiene precedentes en Londres, según Dany Cotton, comisaria de la London Fire Brigade. "En mis 29 años como bombero nunca he visto un incendio de este nivel", afirmó a la prensa.