Jessie DeFreitas, una asistente de veterinaria de 21 años, encontró una perrita con sarna y la cuidó hasta que la pudo recuperar.
Enseguida se encariñó con la cachorra, que a causa de la enfermedad cutánea avanzada había quedado prácticamente sin pelo en todo el cuerpo.
"Todos en el veterinario saben que soy una gran amante de los animales. Cuando me dijeron que teníamos un perro nuevo, tenía que verla", contó luego Jessie recordando el momento en que llegó Terra después de ser abandonada.
'Ella pudo haber tenido sarna, pero tenía unos ojos hermosos", agregó luego la asistente, que además aseguró que la perrita podría haber muerto si no era tratada a tiempo.
Después de un cuidado de aproximadamente tres meses, la perra pasó de estar enojada y morder a ser "amable y dulce".
" Cuando la trajimos a casa por primera vez, era una mordedora juguetona. Su nombre original, Honey, no le quedaba en absoluto". 'Para mí, Honey es dulce y ella no lo era."Mi madre la llamó Terra con una" a "porque le quedaba mejor, puede ser un poco de terror", cuenta la joven que además dudó en adoptar a Terra, ya que tiene cuatro gatos y otro perro rescatado.
"Terra ya esta totalmente recuperada de la sarna y ahora es una perrita juguetona. 'Se ha recuperado muy bien. Puedes verlo en sus ojos: se ha vuelto más y más feliz". "Ella es alucinante. Ella es la cosa más amable y dulce ", concluyó.