El Banco Central salió a jugar con fuerza este miércoles en la plaza cambiaria para evitar que se dispare el precio del dólar, con ventas que –según operadores- habrían superado los 600 millones de dólares, pero no pudo evitar que el precio del billete suba 1 peso en el promedio bancario, hasta los 62,37 pesos.
Setenta y dos horas hábiles antes de las elecciones presidenciales, el mercado se mostró muy movido, con una elevada demanda de dólares y sin que la oferta privada pudiera cubrirla. En el segmento de contado se negociaron 906,9 millones de dólares, el doble que el promedio de los últimos días.
El precio del billete en el promedio bancario de la Ciudad de Buenos Aires se ubicó en los 58,33 pesos para la compra y 62,37 pesos para la venta, 1,04 pesos más que en la jornada previa. Según fuentes consultadas del sector financiero, que hubo mucha demanda de ahorristas que desarmaron plazos fijos a modo de cobertura.
En una jornada con altísima volatilidad, el denominado contado con liquidación (para sacar dinero del país vía compra y venta de bonos) pasó de 79 a 81 pesos al mediodía y luego se desinfló notoriamente, para ubicarse en los 74,93 pesos. Esa baja se dio porque las intervenciones oficiales hicieron revertir las subas en el mercado de futuros.
La estrategia oficial consistió en ofrecer contratos más cortos en el mercado a término del ROFEX. Por esas ventas, dólar para fines de este mes pegó la vuelta y bajó 1,8% hasta los 60,09 pesos, mientras que para finales de noviembre perdió un 5,2% a 64,20 pesos. En tanto, tras marcar un máximo intradiario de $83,50, la divisa para fin año retrocedió un 3,9% a $76.
La incertidumbre y la volatilidad está alimentada básicamente por el proceso electoral, que está llegando a su fin (al menos para la primera vuelta) con Alberto Fernández, candidato del Frente de Todos, como máximo favorito a ganar las elecciones, incluso con una distancia suficiente sobre el presidente Mauricio Macri como para que no haya balotaje.
Consciente de la situación y de que no le conviene que la situación financiera, cambiaria y bursátil se desmadre, Fernández salió este miércoles a intentar enviar señales amigables al mercado, aseguran que no ve motivos por los cuales los inversores deberían preocuparse dado que “ya se va quien provocó esta crisis”, el presidente Macri.
Además, dijo que si es electo el domingo su gestión va a "defender" a los acreedores privados de la Argentina frente al avance del Fondo Monetario Internacional que parece estar pidiendo establecer una quita.
"Con nosotros no corren riesgos (los acreedores). Estoy hablando de defender a los bonistas frente al avance del Fondo. Entiendo que no debería haber una quita", sostuvo el candidato presidencial del Frente de Todos.