El policía de Francia que asesinó a cuatro compañeros e hirió a otro el pasado jueves en la jefatura policial de París se había radicalizado tras convertirse al Islam y estaba en contacto con movimientos salafistas islámicos, según indicó la Policía de París.
Además, durante el día del ataque intercambió hasta 33 mensajes de carácter religioso con su mujer, quien fue detenida este sábado.
Las autoridades indicaron que el atacante, Mickael Harpon, compró esa misma mañana en una tienda cercana dos cuchillos e ingresó con ellos en la Prefectura, tras lo cual perpetró sus ataques en siete minutos.
El fiscal explicó que el hombre se había convertido al Islam hace una década y se ha descubierto que mantenía contactos con "individuos pertenecientes al movimiento extremista salafista", es decir, un movimiento de ultraderecha suní que solo valida las lecturas más ortodoxas de sus libros sagrados.
La Fiscalía abrió una investigación por "asesinato y tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública con fines terroristas", así como de "asociación criminal terrorista", debido al carácter premeditado del ataque, la voluntad de morir de su autor, la naturaleza de los hechos y su radicalización.
Estas últimas revelaciones provocaron una gran polémica en Francia, con llamamientos de la oposición a que el ministro del Interior, Christophe Castaner, dimita tras haber reconocido en un primer momento que el individuo no había mostrado anteriormente ninguna señal de radicalización.