A los 15 años, Greta Thunberg se sentó sola frente al parlamento sueco para realizar una "huelga escolar por el clima". Un año después, la joven es candidata al premio Nobel de la Paz por su lucha en contra del cambio climático y movilizó a 3 millones y medio de personas de todo el planeta.
La joven activista que este viernes fue la figura principal de las manifestaciones, relata que a los 8 años se enteró de algo perturbador: "Recuerdo que pensé que era muy extraño que los seres humanos, siendo solo una especie animal más, fuésemos capaces de cambiar el clima de la Tierra. Porque si fuera así y realmente estuviera sucediendo eso, no se hablaría de otra cosa. Pero nunca se hablaba de esto", contó.
A los 11 años, sufrió una profunda depresión. "Me diagnosticaron síndrome de Asperger, Trastorno Obsesivo Compulsivo y mutismo selectivo. Esto último significa, básicamente, que solo hablo cuando lo creo necesario. Este es uno de esos momentos. Para los que estamos en ese espectro, casi todo es blanco o negro. No se nos da muy bien mentir y no solemos sentir mucho interés por participar en el juego social que tanto parece agradar a todos los demás. Creo que, en muchos sentidos, los autistas somos los normales y el resto de la gente es bastante extraña", agregó en otro de sus discursos.
La primera vez que habló en público fue en noviembre de 2018. Llevaba tres meses de huelga escolar por el clima y presentó un discurso para TEDx Estocolmo.
En los próximos meses fue invitada a fotos y congresos internacionales. En uno de ellos, ante líderes mundiales, expresó: "Los adultos dicen: Tenemos que dar esperanzas a la próxima generación. Pero no quiero tu esperanza, ni quiero que la tengas. Quiero que entres en pánico, que sientas el miedo que yo siento todos los días, y luego quiero que actúes. Quiero que actúes como si tu casa estuviera en llamas, porque eso es lo que está pasando".
En marzo, dos millones de personas se sumaron a alguna de las dos mil manifestaciones que se desarrollaron en 123 países para pedir soluciones. En las últimas semanas, Greta llegó a Nueva York en velero para ser parte de la manifestación. Los viernes de protesta se multiplican por todo el mundo y la joven líder inspira a toda una generación.