A un mes de la muerte del cura Juan Viroche en la provincia de Tucumán, la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), la cual depende del Episcopado, dijo que "el dinero que mueve el narcotráfico está manchado con sangre de los pobres" y que esta es una "situación de inusitada e intolerable gravedad".
"Es oportuno reflexionar sobre el desafío que plantea la lucha contra la expansión del narcotráfico y la secuela de sufrimiento que la drogodependencia produce en muchos de nuestros hermanos", declaró el organismo en un duro comunicado.
Asimismo, elogió a Viroche, asegurando que "se enfrentó con valentía a las mafias que manejan el narcotráfico, y que lo habían amenazado a él y a otras personas de su comunidad" y reclamó que la Justicia realice una investigación profunda.
Por otra parte, sostuvo que "ninguna lucha contra el narcotráfico podrá ser exitosa sin inclusión y desarrollo social" y solicitó que "las fuerzas policiales y de seguridad y los organismos en que se hayan infiltrado los intereses del narcotráfico, sean depurados".