Shaun May, un británico de 34 años, fue declarado culpable de intentar asesinar a su esposa luego de pedirle que se vende los ojos porque tenía una "sorpresa" para darle. Luego, la llevó al hospital en donde dijo que ella se había caído sobre un cuchillo. El hecho ocurrió en octubre de 2018 y ahora esperará detrás de las rejas los detalles de su condena.
Según consigna el diario The Sun, luego de tener relaciones sexuales, May le pidió a su esposa que se recueste en la cama, que se vendara los ojos y que cuente hasta 10. Llevaban seis años en pareja y él le dijo que tenía un regalo para ella. Recién volvían de pasar unas vacaciones en Corea.
"Le dije 'mejor que sea un cachorro' porque habíamos hablado de tener un perro. Pero él dijo 'no, no es un cachorro'. Entonces todo quedó en silencio y de repente sentí una presión sobre mi hombro. Pensé que me habían arrojado un animal, algo me estaba arañando", relató la mujer durante el juicio.
Sin embargo, al quitarse la venda vio que no eran arañazos sino puñaladas (una en el cuello y otra en el hombro) que le dio su marido, con quien llevaba 14 meses casada, y que él sostenía dos cuchillos en sus manos, con uno de los cuales intentó suicidarse.
Luego, May la llevó a la guardia de un hospital, en donde le dijo a los médicos que su esposa había caído sobre un cuchillo. Sin embargo, los médicos sospecharon del relato y llamaron a la Policía.
Como se supo luego durante la instrucción judicial, el hombre había sido despedido el día anterior y habría intentado matar a su mujer y luego suicidarse por no poder pagar la hipoteca.