El Gobierno nacional descartó la posibilidad de disponer, por un decreto presidencial, una emergencia alimentaria nacional ante el agravamiento de la situación social, como consecuencia de la inflación desatada tras la devaluación que siguió a las PASO.
Sin embargo, se avino a la posibilidad de acordar mejoras parciales para atender a sectores que no fueron alcanzados por las medidas paliativas que instrumentó en las últimas semanas. También, a discutir "el monto y la forma" de un bono de $5.000 que alcanzaría a todos los trabajadores.
Así pudo saberlo Vía País de fuentes gubernamentales y sindicales, tras la reunión que los ministros de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Producción y Trabajo, Dante Sica, mantuvieron con "la mesa chica" de la CGT, encabezada por sus cosecretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña.
Del encuentro también participaron Antonio Caló (UOM), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (estatales UPCN), Armando Cavalieri (comercio) y Gerardo Martínez (Uocra).
La ministra Stanley fue la encargada de descartar la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri decrete la emergencia alimentaria. La presión en ese sentido se redobló los últimos días, a partir del reclamo de sectores diversos, desde la Iglesia Católica y las organizaciones sociales hasta la casi totalidad de la oposición legislativa en Diputados.
La CGT hizo pública una carta abierta dirigida a Macri en la que le pidió su instrumentación urgente para atender "la grave situación social que atraviesan los ciudadanos sumergidos en la pobreza y la indigencia", como consecuencia de "la inflación y de la devaluación de la moneda local".
"Lo alimentario lo tiene que definir el Congreso. Hay distintos proyectos y se debe tratar en ese marco. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, como aumentar las raciones (para comedores sociales y escuelas), y hemos reasignado partidas para reforzar lo alimentario", dijo Stanley a la salida de la reunión en la sede de su ministerio.
Sica, por su parte, afirmó que la reunión con los dirigentes sindicales “fue muy tranquila”. “Plantearon la emergencia alimentaria y quedamos en armar una mesa de trabajo”, describió.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.