La ex presidenta Cristina Kirchner dice a los suyos que "no quiere ser candidata", aunque podría cambiar de opinión si hay "unidad y se lo piden", en una suerte de "operativo clamor" del PJ-FPV para que se presente en las legislativas de octubre, dijeron voceros partidarios.
Sin embargo, el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo sigue plantado en su idea original de que la interna del peronismo-kirchnerismo se salde en las PASO, en agosto.
En el Instituto Patria, donde el miércoles citó a los 20 jefes comunales que denomina "leales", la ex presidenta pidió a los intendentes de su palo que trabajen por la "unidad amplia, que contenga a todos, incluso a Randazzo" y que salgan a buscar a los que se fueron ofuscados del Suther para, a partir de esta consigna, volver a ser contenidos dentro del espacio puramente kirchnerista.
Sin embargo, desde las filas randazzistas no dan crédito a la proclama de unidad: "De qué unidad amplia hablan si, por ejemplo, hacen la distinción entre 'Leales' y 'los otros' y hablan de 'expulsar a quienes no voten como el resto', esto da cuenta de que Cristina sigue pensando que es presidenta", dijo a Télam uno de los hombres del riñón del ex ministro de Interior.
"Nosotros no cambiamos las posturas. Qué pedimos antes: las PASO. Que pedimos ahora: las PASO", sostienen retóricamente desde las filas randazzistas.
A puertas cerradas, la ex presidenta pidió a cada uno de los 20 intendentes que estuvieron en la reunión que las listas "sean competitivas", sin que eso implique armar un "tren fantasma", que incluya a dirigentes que cayeron en desgracia en la consideración de la ex mandataria, como los senadores Miguel Angel Pichetto o Juan Manuel Abal Medina.
Cristina pidió además, a puertas cerradas, un "acuerdo de base programático y la expulsión de los que después voten en contrario", contó uno de los 20 intendentes que participaron del cónclave en el Instituto Patria con la "Jefa", como les gusta llamar a la ex presidenta.